Los textos siguientes pertenecen a dos
libros clásicos en el estudio de la
historia de los primitivos griegos: “La Odisea” de Homero y “Los Trabajos y los Días” de Hesíodo .
Hesíodo es un
poeta que vivió en Beocia en el siglo VIII a.C. En su obra cantó al
campesino, su vida, penas y trabajos.
El documento de
Homero, ya citado anteriormente,
pertenece a La Odisea , obra que relata las aventuras de Ulises u
Odiseo a su regreso de la Guerra de
Troya .
Ambos textos nos
permiten caracterizar la vida de los nobles (Homero) así como la de los
campesinos griegos (Hesíodo).
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La nobleza de todos los linajes .
….”Al
llegar al umbral de la broncínea puerta, se detuvo acometido de diversos
pensamientos; pues la magnífica morada del poderoso Alcínoo resplandecía como
puede hacerlo el sol o la casta luna…. Alcínoo…… tomó por la mano al prudente
Ulises, le alzó del suelo y le hizo sentar en un sillón espléndido que mandó le
cediese uno de sus hijos…….
Una
esclava le ofreció al punto agua que traía en un magnífico jarro de oro y
vertió en fuente de plata, para que se lavase las manos y luego puso ante él
una primorosa mesita que pronto la venerada despensera llenó de pan y toda
clase de delicados manjares.
Empezó
el paciente y divino Ulises a comer y a beber, y pronto el poderoso Alcínoo
dijo al heraldo: Mezcla vino en la crátera
y da de beber a todos los convidados para que hagan libaciones a Júpiter
tonante, que es protector de las suplicantes….”
Habiendo,
pues, acabado las libaciones, se retiraron a sus casas para acostarse. Pero el
divino Ulises se quedó en el palacio y mientras las esclavas retiraban los
restos del banquete y los útiles que se habían servido para él…..inmoló
Alcínoo….doce ovejas, ocho puercos de blancos dientes y dos magníficos bueyes.
Una vez
desollados y preparados comenzó el festín…..Llegó entonces el heraldo con el
divino aeda, a quien las Musas habían colmado sus favores, bien que a estos habían
unido un poco de amargura, pues si bien habíanle otorgado el don de cantar
dulcemente, también habíanle privado de la vista.
Se puso
en medio de los convidados una silla, cuyos clavos eran de plata, arrimada a
una columna y en ella al aeda: luego colgó de un clavo en la misma columna la
cítara, advirtiéndole que fuese preciso; después colocó ante él una mesa con
toda clase de manjares y una copa de vino……Y apenas saciado el deseo de comer y
beber, la Musa inspiró a Demódoco deseos de cantar la gloria de los héroes más
afamados……
Homero, La Odisea.
EL HOMBRE DE CAMPO
.
…..Porque
ahora en la Edad de Hierro. Los hombres no cesarán de estar abrumados de
trabajos y de miserias durante el día…..Y ahora diré un apólogo de los reyes,
aunque piensen con su propia sabiduría .
Un
gavilán habló así a un ruiseñor sonoro al que había cogido en sus garras y se
lo llevaba por las altas nubes. El ruiseñor gemía, pero el gavilán le dijo
estas palabras imperiosas: “ Desdichado ¿por qué gimes? Ciertamente eres presa
de uno más fuerte que tú. Irás donde yo te conduzca. Te comeré si me place o te
soltaré.
¿Malhaya
quien quiera luchar contra otro más poderoso que él! Considerad esto, ¡ oh
reyes devoradores de presentes!; corregid vuestras sentencias y olvidad la
iniquidad…..
Cuando
llegue la época de labrar , ve con tus servidores, y desde por la mañana apresúrate a labrar la tierra
húmeda o seca, a fin de que sean fértiles tus campos. Descuaja el suelo en la
primavera. Siémbralo cuando se pone ligero…
No te detengas ante la fragua en invierno,
cuando el frío violento retiene a los hombres…..Cubre tu cuerpo entonces, como
te aconsejo, con un manto esponjoso y una larga túnica. Sobre la trama ligera
de ésta aplica un espeso forro… Ata a tus pies sandalias hechas con cuero de un
buey muerto…… Cuando llegue la estación del frío, échate a los hombros , y
cuélgalas con una correa de cuero,
pieles de cabritos recién nacidos, que te resguardarán de la lluvia.
Después
la golondrina aparece por la mañana a los hombres, cuando ha comenzado ya la
primavera. Prevénla, y poda tu viña que así es mejor……..
Huye de
los retiros umbrosos y del lecho por la mañana, en la época de la
recolección….Date prisa, levántate con el alba, y reúne las gavillas en tu
morada, con el fin de que sea suficiente la cosecha….
Cuando
el cardo florece y la sonora cigarra, posada en un árbol, canta su canción
armoniosa agitando las alas, en la cálida estación de estío…. Entonces es la
época del vino de Biblos, del queso, de
la leche de cabras, de la carne de ternera y de la carne de cabritos tiernos…..
Haz
también provisión de heno y de paja, a fin de alimentar con ello todo el año a
tus bueyes y a tus mulos. Después , por último, dejen en reposo tus servidores
sus rodillas y desúnzanse los bueyes…..”
Hesíodo,
“Los trabajos y los Días”.
Fuente:
De la Jara, Fernando; Duchens, Nancy; Frei R.T; Irene: “Antología de Documentos
de Historia Universal”. Material para el profesor. CPEIP. Lo Barnechea, Santiago de Chile, abril
de 1991, pp 8-9
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